Ghislaine Duijmelings, directora de subastas, no necesita tiempo para sí misma

Desde muy temprana edad sabía lo que quería: un alto cargo en una gran empresa. Quien dice Ghislaine Duijmelings, dice ambición. Una mujer con mano de hierro para los negocios y guante de seda para las personas.

Siendo niña, Ghislaine Duijmelings ya sabía que, si quería cumplir sus sueños, no se podía quedar en Helmond, la pequeña localidad holandesa donde nació. Por eso, tan pronto como pudo se trasladó a Utrecht para realizar sus estudios de preparación para la universidad en el instituto Luzac. Desde allí pasó a la Universidad Europea de Amberes. “Ghislaine tenía un objetivo muy claro: un alto cargo en una gran empresa”, dice su compañero de estudios Rutger van Londen. “Durante la carrera tenía más disciplina que yo”.

Duijmelings (51) alcanzó su sueño en 2011 cuando obtuvo el cargo de directora general de Manutan para el Benelux. Manutan es la empresa francesa que había absorbido Overtoom, la empresa para la que trabajaba en aquel momento. Cuatro años después aceptó el cargo de directora general en Troostwijk, una casa de subastas industriales, y este verano ha fichado por la empresa alemana Surplex, competidora directa de TB Auctions (el nombre que adoptó Troostwijk después de una fusión).

“A raíz de la fusión hubo muchos cambios, y había dos directores generales. Surplex quería contar con ella, y para una persona como Ghislaine, la elección no resultó difícil”, comenta Richard Groenendal, que trabajó con Duijmelings como director financiero en Manutan y TB Auctions.

Groenendal comprende muy bien por qué Surplex la llamó tan rápido cuando Duijmelings hizo pública su disponibilidad: “En el mundo de las subastas hay que gestionar muy bien las relaciones. Hay que saber dónde están los vendedores potenciales, porque a muchas empresas no se les ocurre pensar en una subasta cuando tienen que vender material. Y ese es un juego que Ghislaine domina a la perfección”.

Leyenda: Ghislaine Duijmelings cree firmemente en el individuo. “Tiene la convicción de que cada individuo debe aprovechar cualquier posibilidad de avanzar”. El deporte era un medio para conseguirlo. ¿Quieres ser más fuerte? Pues ponte a levantar pesas. ¿Quieres aprender a tomar decisiones más rápido? Empieza a jugar al squash.

KICKBOXING

Rutger van Londen, su antiguo compañero de estudios y actual director comercial de la empresa de gestión de compras Xandrion, define a Duijmelings como una mujer “con mano de hierro para los negocios y guante de seda para las personas”. Esto último quedó claro en su etapa como directiva de Overtoom/Manutan Benelux. En las oficinas centrales de la empresa montó un gimnasio propio. Groenendal: “Duijmelings cree firmemente en el individuo. Tiene la convicción de que cada individuo debe aprovechar cualquier posibilidad de avanzar”. El deporte era un medio para conseguirlo. ¿Quieres ser más fuerte? Pues ponte a levantar pesas. ¿Quieres aprender a tomar decisiones más rápido? Empieza a jugar al squash. ¿Quieres centrarte en tus objetivos? Aprende a tirar con arco. Pero aquello iba mucho más allá del deporte, comenta Léone Böck, en aquel entonces asistente de dirección en Manutan Benelux, ahora experta en realización personal a través del trabajo. “Montó una biblioteca, se encargó de que hubiera comida más sana en la cantina de la empresa, y empezaron a organizarse tardes cinematográficas. Recuerdo la película sueca Tierra de ángeles, que trataba sobre un coro. La idea era: si todo el mundo hace oír su voz, el sonido conjunto es fabuloso”. Duijmelings optó por el kickboxing, “tal vez para canalizar su asertividad”, opina Groenendal. Van Londen: “A Ghislaine le gustaría ser más deportista, pero es muy difícil. Con una familia relativamente joven, muchos viajes de trabajo, muchas cenas con clientes… queda muy poco tiempo para otras cosas. Y, a pesar de todo, a veces se levantaba a las siete de la mañana para practicar el kickboxing”.

AVERSIÓN AL LUJO

En el campo del trabajo, Böck afirma no haber aprendido tanto de nadie como de Duijmelings. “Con todo lo que trabaja, se las arregla para estar también en casa para su marido, que tiene un trabajo internacional, y sus dos hijos (Duijmelings tiene dos hijos, de 13 y 16 años). Por lo visto, no necesita tiempo para sí misma. De hecho, nunca sale sola, “salvo para algún curso, de vez en cuando”. Duijmelings le tiene aversión al lujo, dice Böck. Eliminó casi todos los puestos de secretariado porque, según ella, muchas de esas tareas las podían realizar los propios ejecutivos. Y cuando introdujo el yoga en la empresa, se empeñó en implicar a los empleados del almacén, a pesar de que la mayoría de ellos no creían que tuvieran tiempo para eso. “Ghislaine ha encontrado a un par de entusiastas que cumplen la función de embajadores en el tema del yoga, y el resultado fue que cada vez había más zapatos junto a la puerta de la sala donde tenían lugar las sesiones de yoga”. El deporte también contribuyó a limar las diferencias en la jerarquía, lo cual redundó en favor de la cooperación: “Si en las clases de yoga tu monitor es alguien del centro de distribución, al final cambia tu percepción de las demás personas de la empresa”, dijo la propia Duijmelings en un libro sobre motivación en torno a la pregunta: ¿qué hay que hacer para que los jóvenes se pongan en marcha? El método humano era esencial en Manutan, y eso, según Böck, le venía como un guante a Duijmelings. “Uno nota que el interés de Ghislaine por las personas es genuino. Siempre quiere saber cuáles son mis sueños”.

¿POR QUÉ NO ESTÁ EN LAS TERTULIAS DE LA TELE?

Fuera de su terreno profesional, Duijmelings es una gran desconocida, a pesar de reunir todas las cualidades necesarias para servir de modelo para mujeres ambiciosas. Van Londen: “Ghislaine no es ninguna charlatana. Aunque es cierto que forma parte de un gran grupo de mujeres con cargos de responsabilidad, ella permanece en un segundo plano, tiene la idea de que son otros quienes tienen que descubrirla en su papel de líder”. Y, además, hay que tener en cuenta una cuestión tan banal como real: el tiempo. Duijmelings lo da todo en el trabajo, dice Groenendal. “Va en línea recta hacia su objetivo, siempre está disponible. Vive para la empresa en la que trabaja y sacrifica muchas cosas con ese fin”. Entonces, ¿nada de apariciones públicas en calidad de supermujer? Böck: “Ella siempre defiende los intereses de las mujeres en una organización, tanto en la base como en la dirección. No entiendo por qué no la han llamado todavía para hablar de esos temas en una tertulia televisiva”. Su compañero de estudios, Van Londen, añade: “Ghislaine haría un buen papel, pero ella sabe que la vida no es necesariamente más fácil cuando adquieres el estatus de persona conocida”.

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