Fuente: businessinsider.nl

  • Desde junio de 2020, Ghislaine Duijmelings es la directora de la casa de subastas alemana Surplex.
  • Una de sus funciones es asegurarse de que las grandes máquinas industriales que han dejado de ser útiles en un lugar puedan tener una nueva vida en otro.
  • Actualmente, la empresa cuenta con 200 trabajadores y una facturación de unos 100 millones de euros.

¿Le interesaría contar con una fresadora de grandes dimensiones, una prensa hidráulica o, quizás, una línea de producción completa? A menudo, cuando una máquina ya se ha amortizado en Europa, podría tener una segunda vida en otro lugar del mundo. Pero, ¿cómo se pueden aunar la oferta y la demanda?

Ghislaine Duijmelings (51 años) tiene la respuesta. Desde junio del año pasado, esta neerlandesa natural de Helmond está al mando de la empresa de subastas alemana Surplex. Se trata de una especie de «mercadillo de máquinas» que opera en todo el mundo.

«En los Países Bajos, trabajé para la casa de subastas Troostwijk. Un día, decidí ponerme en contacto con Surplex y les propuse a sus dos propietarios alemanes quedar para tomar un café. Congeniamos enseguida. No solo tenemos la misma edad, sino que además compartimos la misma filosofía de gestión».

Desmontaje y envío

Surplex se fundó en 1999. En 2009 contaba con tan solo 15 trabajadores, que ya se han convertido en unos 200 distribuidos por 13 países de Europa. La plataforma online recibe 50 millones de visitas al año. El año pasado hubo casi 600 subastas en las que unos 55 000 equipamientos industriales cambiaron de manos, lo cual supuso una facturación de 100 millones de euros aproximadamente.

Asimismo, la facturación lleva años registrando tasas de crecimiento de dos dígitos, todo ello de manera totalmente autónoma, incluso (o sobre todo) durante estos tiempos de pandemia. «Actualmente, muchos clientes están reestructurando su negocio. Nosotros podemos ayudarlos a optimizar sus beneficios».

El año pasado no solo estuvo marcado por la inauguración de la primera oficina de Surplex en los Países Bajos, sino que también se abrió una nueva sede central en Düsseldorf. «De momento, sigue vacía», nos comenta Duijmelings. «En Alemania, el confinamiento es algo más estricto que en los Países Bajos. Por desgracia, eso implica que aún no he tenido la oportunidad de conocer en persona a muchos trabajadores ».

Como casa de subastas, Surplex asume toda la organización y siempre vela por sus clientes. «Sí, ya sé que eso lo dicen todas las empresas, pero nosotros vamos mucho más allá. Subastamos principalmente máquinas B2B, y nos centramos en los sectores de la madera, el metal, la construcción y el movimiento de tierra. Por un lado, trabajamos con clientes que desean automatizar o modernizar su producción o incluso trasladar sus actividades empresariales. Asimismo, también ayudamos a empresas que han quebrado».

«Por otra parte, tenemos a compradores interesados en todo el mundo, y hacemos todo lo posible por ellos. La cuestión no es solo cómo transportar la máquina hasta Paquistán o México. Nosotros las desmontamos, las enviamos y asumimos los trámites aduaneros. Somos los únicos del mundo que hacemos todo esto».

Según afirma, todavía hay otra prueba de que realmente hacen todo lo posible por los clientes: «No usamos paneles de control con decenas de KPI, sino un único indicador, el Net Promotor Score (NPS), tanto para el comprador como para el vendedor».

El NPS es un sistema muy habitual para determinar la satisfacción de los clientes y se basa en una pregunta: ¿qué probabilidades hay de que nos recomiende a otros?

Dirigir una multinacional en tiempos de pandemia

Surplex desarrolla su actividad en línea de manera casi exclusiva (p. ej., a través de inspecciones virtuales en 3D a las máquinas o a las naves industriales). Por eso, es importante el contacto local, subraya Duijmelings. «Uno no compra una gran línea de producción sin más. Por este motivo, contamos con oficinas repartidas por 13 países y personal que habla diferentes idiomas. Hacerlo todo desde Alemania no funcionaría, la atención al cliente es demasiado importante».

Pero, con el personal repartido por todo el mundo, ¿cómo se mantiene la unidad, sobre todo, en tiempos de pandemia? En Surplex, ponemos solución a esta cuestión con las llamadas «Brain Breaks» (pausas mentales). Se trata de reuniones para almorzar en las que los trabajadores comparten información que podría ser relevante para otros compañeros.

Duijmelings también afirma que es crucial tener una cultura en la que unos aprenden de otros. «Simplemente, queremos mejorar día a día. Eso significa que se pueden cometer errores y recibir feedback de un modo respetuoso, algo que estimula la autorreflexión. Si somos capaces servir de ejemplo para otras personas, este proceso funciona aún mejor. Por ejemplo, si un trabajador ve que un compañero le sale al paso para decirle algo que ha ido mal, es probable que él también se sienta inclinado a hacer lo mismo en el futuro. Eso funciona mucho mejor que si decimos cómo hay que hacer las cosas desde arriba».

De empresa interesada solo en vender a la búsqueda de la sostenibilidad

Antes de incorporarse a Surplex y a Troostwijk, Duijmelings trabajó durante años para Manutan (antes conocida como Overtoom en los Países Bajos). Como directora general, transformó esta empresa por completo, que de ser una empresa anticuada que solo se dedicaba a vender, pasó a convertirse en una organización donde lo importante no son tanto los beneficios como la sostenibilidad, la satisfacción, la conciencia vital y el crecimiento personal.

En Surplex, seguimos apostando por lo mismo. «La gente busca conectar. Cada vez resulta más complicado separar el trabajo de la vida privada. La confianza, un entorno seguro y una cultura saludable son lo que me hace decidir dónde voy a trabajar. Por suerte, eso es justo lo que he encontrado en Surplex. Además, siempre invitamos a personas que ya no forman parte de esta gran familia a nuestra fiesta de Navidad. Espero que eso siga así. En cualquier caso, seguiré trabajando por ello».

Afirma que el estilo de dirección de Surplex no es el típico alemán. «Damos mucha responsabilidad a los trabajadores y buscamos que la gestión sea lo más flexible posible. Es muy accesible y poco jerárquica. Para mí, eso fue el elemento decisivo», nos explica Duijmeling, a quien no le gusta el liderazgo dominante.

«Quiero que todo el mundo pueda decir lo que piensa, que nos escuchemos. Soy consciente de que la dirección de la empresa debe dar ejemplo, pero nosotros también cometemos errores. Por eso, nos alegra recibir comentarios y sugerencias. Si las cosas van bien en la cima, fluirán bien para el resto de empresa».

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Persona de contacto correspondiente:

Dennis Kottmann
Jefe de Marketing
www.surplex.com
Tel.   : +49-211-422737-28
Fax   : +49-211-422737-17
Email: dennis.kottmann@surplex.com